Los valores éticos y morales son los que deben guiar nuestra
conducta, y no las imposiciones de una economía creada por el hombre para
someter al hombre. Si conocemos las mentiras del libre mercado y el modus
operandi del neoliberalismo globalizado al que nos empujan sin remedio, digamos
NO, acabemos con la dictadura de los hombres de negro que vienen hoy a robarnos
el bienestar de mañana, pues ellos no son nadie para privarnos de nuestro
futuro, somos la base, somos mayoría, somos capaces.
En la vida todo llega, y ojala no sea así, pero a mí
personalmente no me gustaría que llegase el día en que me arrepintiese de no
haber actuado a tiempo, de haberme quedado en el sofá, viendo cómo se cometían
injusticias a diario sin levantarme y decir: “No, por aquí no paso, esto es mío, es nuestro, es justo, nos
pertenece, y no vais a quitárnoslo.”
No nos quedemos quietos, impávidos ante esta nueva realidad,
y si nos cierran puertas, abramos ventanas y derribemos tabiques, pues, si bien
nos están quitando derechos y recortando libertades, cuando nos quiten las
ganas y la posibilidad de luchar, ya no nos quedará nada. Y no seremos
nosotros, sino los que han de venir, los que tendrán que recuperar lo que
nosotros perdimos, cuando lo cierto, es que somos nosotros los que tenemos que
garantizar el bienestar de quienes vengan por detrás. Yo no quiero formar parte
de la generación que dejó que les robasen todo lo que tenían, sino de la que
lucho por conservarlo.
Hr.